El camino contra el sinhogarismo
Manifiesto para la Campaña de Personas sin Hogar 2024
En la Campaña de Personas sin Hogar este año queremos iniciar un camino. ¡Un camino para combatir el sinhogarismo! Un camino que no podemos hacer solos, solas. Necesitamos la implicación y el compromiso de toda la sociedad y de las administraciones. Queremos ser voz y altavoz de las personas que sufrimos la forma de exclusión residencial más severa y poner de manifiesto una vez más, que no es un problema individual, sino que concierne a toda la sociedad.
La crisis de la vivienda
La crisis de la vivienda y la gentrificación nos obliga a vivir en la incertidumbre: alquileres insostenibles, falta de vivienda pública y de protección social, lo que ocasiona la expulsión de nuestros vecinos y vecinas y nos acerca un poco más a poder sufrir una situación de sinhogarismo.
En España, en la actualidad, hay miles de personas en situación de sin hogar, una cifra indecente, cuando sabemos que hay 4 millones de viviendas vacías; Un sinsentido que hace que nos sintamos en desprotección ante la ley, ya que se vulneran constantemente nuestros derechos fundamentales.
Sin derechos
Cuando nos niegan el derecho a una vivienda digna, también se vulnera todos nuestros derechos; ya que vulnerar uno implica vulnerar otro. Si no tenemos acceso a una vivienda digna y segura, tenemos dificultades para tener y mantener un empleo, para empadronarnos, y para acceder a prestaciones. También deteriora nuestra salud física y mental. La falta de reconocimiento y protección de nuestros derechos básicos nos aísla de la sociedad y nos invisibiliza. Hace que nos sintamos en soledad, con miedo y vergüenza, perdidos y perdidas, que sintamos rechazo, tristeza y sin orientación en este camino lleno de piedras y dificultades.
Hacia la inclusión
Somos personas en situación de sinhogarismo. Cada una de nosotras está recorriendo un largo camino de encuentro hacia la inclusión efectiva en la sociedad, hacia el logro de nuestras metas, hacia la mejora de nuestras vidas y de las comunidades que nos arropan.
Tenemos tanto que aportar: queremos ayudar y ser útiles, devolviendo con creces lo que recibimos, a través de nuestra sabiduría, conocimientos, experiencias, capacidades y valores. Nuestro corazón está abierto a quien lo pueda necesitar, con todo el afecto, cariño y comprensión para acoger y acompañar a quienes nos encontramos en este camino.
Queremos poner todo de nuestra parte: dos manos, nuevas ideas, esfuerzo, voluntad y ganas para mejorar, colaborando en el crecimiento y el desarrollo de las comunidades de las que formamos parte.
Acompáñanos
Somos personas en situación de sinhogarismo recorriendo un camino que tenemos que hacer juntas, para que nadie se quede atrás, porque nos necesitamos unas a otras para llegar a nuestro destino. Es por eso que te pedimos que nos acompañes, que andes a nuestro lado y que cuentes con nosotras y con nosotros: te pedimos tu apoyo, que nos veas con respeto, que nos mires desde la empatía, con confianza y comprensión, desde la cercanía y la humanidad. Te pedimos que nos des la oportunidad de formar parte de algo más grande que nos une, de desarrollar todo nuestro potencial humano, de ser ciudadanía.
¿Qué pedimos a las instituciones?
A las instituciones les pedimos apoyo para conseguir nuestros objetivos: respeto y garantía de que podamos ejercer nuestros derechos, facilitar el acceso a viviendas dignas y asequibles, regularización de la situación administrativa de las personas migrantes, igualdad de oportunidades, para la formación y para poder contar con empleos dignos.
Somos hombres y mujeres, jóvenes, personas migrantes, personas con discapacidad, trabajadores pobres, que hemos llegado hasta aquí desde diferentes lugares y circunstancias, cuya mayor motivación es continuar avanzando, afrontando los obstáculos y las dificultades que nos afectan, avanzando en este camino hacia una vida que merezca la pena ser vivida. Para ello necesitamos que los condicionantes sociales sean favorables y que se atiendan nuestras demandas, que nos mires, nos apoyes y que nos acompañes en este camino.
Foto: Inma Cubillo. Cáritas Española