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Desde Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz se pretende contribuir, con este proyecto, a un desarrollo equitativo, integral y sostenible de la comunidad de Nanrapa, de la Cáritas de Pemba en Mozambique

Una visión rápida del proyecto

Desde Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz se pretende contribuir, con este proyecto, a un desarrollo equitativo, integral y sostenible de la comunidad de Nanrapa, de la Cáritas de Pemba en Mozambique, a partir de varias líneas de acción.

  • Crear un agroecosistema productivo sostenible en la comunidad, a partir de la mejora de la producción hortícola y la introducción de la actividad piscícola (actividad nueva en ésta comunidad), para lograr así un ciclo de producción sostenible aprovechando las aguas residuales de los tanques piscícolas para el riego de las huertas.
  • Facilitar el acceso a la tierra, al agua, a insumos y equipamiento productivo.
  • Ofrecer la capacitación técnica necesaria que permitan a las personas ser autónomas y autosuficientes.
  • Desarrollar un enfoque de cuidado del medioambiente, ya que la producción tendrá una base orgánica y se ha priorizado la energía solar para el sistema de riego.
  • Realizar capacitaciones para la transformación y conservación de productos, generando de esta manera un mayor valor añadido y posibilidades de diversificar la generación de ingresos para los/as titulares de derechos.

Consecuencias de mejora

La mejora de la producción de alimentos repercutirá en el consumo humano y permitirá también tener excedente para la comercialización en los mercados locales y de proximidad.

La cría de pescado se presenta también como una oportunidad para mejorar el consumo de proteína animal dentro de la dieta.

A través de diferentes acciones, se pretende incidir en la mejora de la alimentación, la nutrición y la salud bajo un enfoque de Derechos Humanos y con perspectiva de género.

Se promoverán buenas prácticas y hábitos alimenticios, capacitando a grupos de madres promotoras nutricionales ya organizadas en la comunidad, con potencial de réplica de las acciones, y a través de la asistencia de una nutricionista profesional. El proyecto aumentará el acceso a fuentes de agua potable y promoverá un uso adecuado y sostenible de los recursos naturales, sensibilizando sobre prácticas y hábitos respetuosos con el entorno natural como el acceso a agua potable y de calidad es también un eje prioritario para garantizar la calidad de vida de las titulares de derechos.

Transversalmente, se pretende influir en la mejora de las capacidades y habilidades de los titulares de derecho para participar en la vida comunitaria a partir del reconocimiento de sus derechos y en la promoción de la igualdad de género para garantizar relaciones sociales equitativas entre los titulares de derechos.

Para llevar a cabo el proyecto se contará con el apoyo y la participación activa de las autoridades locales, titulares de obligaciones, a través del envolvimiento de los técnicos distritales, que realizarán acciones de capacitación y acompañamiento en diferentes momentos del ciclo del proyecto.

 

Motivos para la implementación del proyecto en esta zona

Desde hace 5 años la diócesis de Pemba, a través de sus agentes pastorales, están realizando pequeñas acciones para mejorar la calidad de vida de las comunidades del distrito de Namuno, en ámbito principalmente de agricultura, a partir de la cesión de terrenos para uso agrícola y entrega de insumos. En concreto, en la aldea de Nanrapa, situada a 9 km al sur de la sede de Namuno, se ha logrado una buena organización comunitaria a partir de los insumos y terrenos cedidos, sin embargo, las familias afrontan aun altos niveles de inseguridad alimentar y nutricional debido a varios factores de riesgo que amenaza sus medios de vida. Carecen de ayudas externas y la implicación institucional es limitada.

Entre los meses de septiembre y noviembre de 2017, Caritas Pemba realizó un primer diagnóstico participativo para analizar las posibilidades del contexto para emprender un programa de desarrollo integral sostenible. Se identificó que en la comunidad existen grandes potencialidades para un desarrollo agrícola sostenible, así como para la práctica de acuicultura, gracias a la presencia de tierras fértiles aptas para el cultivo, clima favorable, volumen alto de recurso hídrico y una demanda alta en el mercado de variedades hortícolas y de pescado. Este último es difícil de encontrar en el mercado local, ya que no existe actividad piscícola en el Puesto Administrativo y es muy apreciado por las comunidades tanto para autoconsumo (es una valiosa fuente de proteína animal) como para venta.

Se logró también compromisos concretos por parte de los diferentes actores, lo que motivó el diseño de un programa de intervención en seguridad alimentaria y nutricional, con una primera fase inicial de 2 años (actual proyecto). Para ello, se contrató a un equipo de consultores externos que colaboraron en realizar un estudio de contexto más profundo para identificar las causas estructurales de vulneración de derechos, evaluar la viabilidad técnica de las actividades productivas potenciales y establecer una línea de base.

 

 

Planificación de los resultados

El objetivo específico describe una transformación de la vida de las poblaciones hacia una mayor autonomía, mediante la realización de su derecho a la alimentación y el refuerzo de su articulación social con una perspectiva de género. Para ello, el proyecto consta de 3 resultados que recogen las dimensiones principales del derecho a la alimentación:

  • Aumento de la disponibilidad, a través del aprendizaje de nuevas técnicas agrícolas con base orgánica, dirigidas a mejorar la productividad, repercutir en una mejora de la dieta familiar y generar un excedente para la venta.
  • Mejora de ingresos de los titulares de derecho. Se espera que la cría de tilapias, genere una cadena de valor orientada a responder a la demanda del mercado local, con potencial por tanto de comercializarse y aumentar así los ingresos de los/as titulares de derechos.
  • Mejora del estado nutricional de las poblaciones, mediante el aumento de proteínas y vitaminas en la dieta y la mejora del uso y acceso del agua potable.
  • Mejora la articulación y poder social de los titulares de derechos, en particular de las mujeres. A través de actividades específicas tales como alfabetización de mujeres, refuerzo del liderazgo femenino e implicación de las autoridades locales en la promoción de la equidad de género y la participación comunitaria en la agenda de desarrollo local.

 

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